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-Pandemia de obesidad
-El 6% de los jóvenes tarraconenses padece trastornos alimenticios
-Dormía dos horas al día para no acumular grasas. Pesaba 34 kilos’
-El 40% de los escolares españoles sufre sobrepeso
-Aprimar-se  sense fer una dieta estricta
-¿Estás intentando adelgazar?
-Chuletones, los justos
-La dieta mediterránea previene la depresión
- JEAN-MICHEL COHEN, NUTRICIONISTA
`La cantidad de dietas milagro en el mundo siempre será proporcional al número de idiotas´

Pandemia de obesidad

• ELPAIS.com  Sociedad                                                 MARÍA R. SAHUQUILLO - Madrid - 25/09/2010

El sobrepeso se duplica en gran parte de la OCDE en 30 años · España, tercer país con más problemas en niños por el abandono de la dieta mediterránea

La OCDE, que agrupa a los países desarrollados, habla de ella como "enemigo público número uno". La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que ha alcanzado cotas de pandemia (no infecciosa) y que afecta a casi todos los países occidentales. La obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas sanitarios de los países industrializados. Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela que más del 50% de la población de sus países miembros padece sobrepeso, y que uno de cada seis es obeso. Las cifras son aún mayores en Estados Unidos y México, donde uno de cada tres adultos tiene obesidad. En España hay un dato especialmente preocupante: uno de cada tres menores de entre 13 y 14 años está por encima de su peso, un dato que ha convertido a este país en el tercero de la OCDE con mayor sobrepeso infantil. Es alarmante, porque un niño gordo se convertirá, con toda probabilidad, en un adulto enfermo de obesidad.

Y de momento, nada de lo que se está haciendo parece atajar el problema. La OCDE sostiene que las políticas desarrolladas por los gobiernos para frenar la pandemia son "insuficientes". Los ministros de Sanidad de los países de esta organización analizarán el estudio a principios de octubre en París. Mientras, los expertos proponen más educación, políticas sanitarias tajantes y medidas fiscales que graven los alimentos más dañinos. Sin un paquete de medidas completo, afirman, dos de cada tres personas pueden llegar a padecer obesidad en los próximos 10 años.

Las consecuencias serían muy graves económica y socialmente. "Las personas obesas mueren entre ocho y diez años antes que las que tienen un peso normal. Además, cada 15 kilos de más aumenta el riesgo de muerte temprana un 30%", apunta el economista especializado en sanidad y director del estudio de la OCDE La obesidad y la economía de la prevención, Franco Sassi. Esta enfermedad está muchas veces acompañada de otras evitables como la diabetes, los problemas cardiovasculares o incluso algunos tipos de cáncer. Además, apunta la OCDE, la obesidad es una enfermedad cara. Los gastos de atención médica para personas obesas son, al menos, un 25% mayores que para gente de peso normal. En España, por ejemplo, esta enfermedad representa, según el Ministerio de Sanidad, el 7% del gasto sanitario español, unos 2.500 millones de euros. Una cifra nada desdeñable.

Esta situación, que según la radiografía de la OCDE ha ido aumentando sin descanso desde los años ochenta, no tiene visos de cambiar. Es más, los expertos de la organización alertan de que, si las cosas siguen así, de aquí a 10 años la proporción de adultos con sobrepeso habrá aumentado, como mínimo, un 10% de media en todos los países.

Del informe destacan las cifras de EE UU. Sin embargo, sus porcentajes, aunque alarmantes, no sorprenden mucho a los especialistas. La obesidad en ese país lleva aumentando sin freno desde hace décadas. Saltan a la vista, por contra, los datos de España o Italia, que han hecho de su alimentación tradicional, la dieta mediterránea, su bandera. "El problema es que la dieta mediterránea ya no se sigue", apunta Roberto Sabrido, director general de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan), dependiente del Ministerio de Sanidad. "Ha cambiado nuestra manera de comer al igual que nuestra manera de vivir. Las pautas sociales y familiares", dice. Sassi comparte la opinión: "La variación se ve sobre todo en los niños. Todo ha cambiado, ya no se come en familia y los alimentos y el tiempo dedicado a la comida no es el mismo. La obesidad y el sobrepeso han aumentado a niveles sin precedentes", afirma el director del informe.

En España, el 63% de los hombres y el 45% de las mujeres tiene sobrepeso. Pero más alarmante aún es que el 33% de los niños padecen esta enfermedad. Un problema que, afirma Sabrido, va más allá de lo estético, sino que afecta gravemente a la salud. Como la OMS, habla de "pandemia no infecciosa", y alerta de que la obesidad es la segunda

causa de muerte evitable, después del tabaco. "Hay que concienciar de que el chaval no está fuerte, sino obeso. En España se ha duplicado la obesidad infantojuvenil en los últimos 15 años", dice.

El entorno importa. Un niño con alguno de sus progenitores obeso tiene tres o cuatro veces más probabilidades de padecer esta enfermedad, según el estudio. Y no solo por el componente genético; la alimentación, la actitud hacia la comida y el sedentarismo también son importantes. "Vivimos en un ambiente obesogénico. No podemos cargar toda la culpa en si nos alimentamos mal. Si no nos movemos también tendremos obesidad; y los niños pasan casi tres horas al día frente al televisor o la videoconsola", dice el director de la Aesan.

Sassi también pone el acento en el problema de la obesidad infantil. Cree que nada de lo que se está haciendo es suficiente y habla de que además de firmes políticas educativas y sanitarias habría que establecer una regulación fiscal hacia los productos alimenticios que más obesidad provocan. "También hay que establecer acuerdos con la industria alimentaria", asegura.

Sabrido reconoce también que, a la vista de los datos, lo que hay es insuficiente, aunque afirma que habrá que esperar al menos un lustro para saber si los planes actuales para frenar la obesidad, sobre todo en niños, están dando resultado. Se refiere, por ejemplo, a políticas como la de eliminar los bollos y los refrescos de las máquinas expendedoras y cafeterías escolares para dificultar que los niños consuman alimentos demasiado ricos en grasas y azúcares. El director de la Aesan no se muestra, sin embargo, partidario de gravar determinados alimentos. "Pueden derivar el consumo hacia otros. Lo fundamental es la educación", dice.

El informe de la OCDE apunta otro dato. La obesidad se ceba con las personas de nivel social y educativo más bajo. Sus tasas en personas con menos poder adquisitivo es mayor. Es la pescadilla que se muerde la cola, la comida basura puede ser mucho más barata en algunos países que un tipo de alimentación más sana, rica en frutas y verduras. En España, las diferencias sociales respecto a la obesidad afectan de manera importante a las mujeres, las que tienen un nivel de educación bajo tienen una probabilidad 3,5 veces mayor de tener sobrepeso que aquellas con un nivel educativo más alto. La diferencia social es menor entre los hombres.

Peores perspectivas de empleo

Los problemas de salud van de la mano con las peores perspectivas de trabajo para muchas personas obesas, según apunta el informe de la OCDE. Los obesos (personas con un índice de masa corporal de entre 30 y 40) suelen tener peores puestos y peores sueldos que las personas con peso normal. Las empresas prefieren contratar a candidatos que no padezcan esta enfermedad en lugar de a personas obesas, afirma esta organización. "En parte debido a expectativas de menor productividad", dicen.

Esta política contribuye a incrementar las diferencias entre empleo y salario. En Estados Unidos, por ejemplo, más del 40% de las mujeres blancas con obesidad severa (IMC de entre 40 y 50) están desempleadas. El porcentaje es de solo el 30% para el total de las mujeres.

Otro dato recogido por la OCDE: los obesos ganan hasta un 18% menos que las personas que no sufren esta enfermedad. "Necesitan faltar más días al trabajo, demandan más beneficios por invalidez, y tienden a ser menos productivos en el trabajo que la gente de peso normal", dice el informe. En definitiva, esta enfermedad dificulta que las personas que la sufren lleven una vida normal.

En los países del norte de Europa, las personas que sufren esta patología tienen hasta tres veces más probabilidades de recibir pensiones de invalidez; una cifra que en un país como Estados Unidos, donde el problema ha alcanzado cotas muy preocupantes, alcanza un 76% (invalidez a corto plazo). Cuando se suman las pérdidas de producción a los costes de atención médica -esta patología lleva asociadas otras como la hipertensión o la diabetes-, la obesidad equivale a más de 1% del PIB en EE UU.

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El 6% de los jóvenes tarraconenses padece trastornos alimenticios

La anorexia y la bulimia afectan ya a niños menores de diez años, a personas de ambos sexos y a mayores de 30. Uno de cada cuatro casos de obesidad esconde problemas psicológicos como falta de autoestima

«Es un drama familiar que puede acabar en una muerte, es una lucha cotidiana», define el doctor Joan Peña los trastornos alimenticios entre los jóvenes. Un 6% de la población tarraconense de entre 12 y 24 años sufre anorexia, bulimia u otros desórdenes alimentarios. Hasta un 11% presenta conductas de riesgo, lo que da fe del alcance de esta patología que presenta tendencias novedosas: la incipiente afectación de trastornos en el sexo masculino, la cada vez más temprana aparición de la enfermedad y, a su vez, el surgimiento en franjas de edad más avanzadas, sobre todo a partir de los 30.

Tras la patologías, carencias psicológicas graves y, sobre todo, una preocupación generalizada de los jóvenes por la imagen física. «Estos problemas empiezan a aparecer cada vez a edades más tempranas. Ahora incluso niñas con 8 ó 10 años hay empiezan a preocuparse. Se está adelantando mucho la edad», explica la psicóloga Enriqueta López. «Es la tercera enfermedad crónica en los jóvenes. Han aumentado los casos de trastornos atípicos, que no se corresponden con la anorexia o bulimia pero que presentan algunos síntomas. Las chicas siguen siendo las más afectadas, con una proporción de nueve por cada chico, aunque hay otras fuentes que apuntan a una proporción de 7 a 3», comenta Cristina Carretero, de la Associació Contra l’Anorèxia i la Bulímia.

Fundamentalmente es un problema psicológico tras el cual se esconden diversos factores. «Son perfiles de personalidad obsesiva, muy rígida. Son personas con mucha falta de autoestima, muy perfeccionistas, que se exigen muchísimo, con baja tolerancia a la frustración. Son jóvenes que no se valoran lo suficiente», comenta Enriqueta López, que añade: «A veces todo empieza con un trastorno de alimentación que en realidad está encubriendo un trastorno de la personalidad o un trastorno bipolar».

Joan Peña, director de psiquiatría de enlace del Institut Pere Mata, apunta otros rasgos: «Son personas con capacidad e inteligencia, normalmente son brillantes y sensibles». También apunta que aparecen casos tardíos: «Es un fenómeno relativamente nuevo, al menos la detección». Los expertos alertan de la excesiva preocupación de la juventud por la imagen física. «Tras el 25% de casos de obesidad se esconde un trastorno mental», denuncia Carretero. Ante el problema, urge el inaplazable tratamiento psiquiátrico, aunque lo primordial es fomentar una detección precoz de la enfermedad. «Hay que pedir ayuda lo más pronto posible y que la persona reconozca pronto que está enferma», dice Carretero.

Ahí radica la clave, obsesión de guías y manuales tanto para afectados como para sus familias. «Se debería poder intervenir de forma intensiva y hacer un seguimiento de formá más sostenida. Una vez tomada la consciencia de la enfermedad, un psicoterapeuta debe encargarse de potenciar unos correctos hábitos alimentarios. Hay que incidir en el tratamiento de las emociones. Nos centramos en mejorar la autoestima y adquirir mejores relaciones interpersonales y más intereses, más espacios donde te puedas realizar como persona», resume el doctor Peña.

En Tarragona, los casos de bulimia prácticamente doblan a los de anorexia. Según datos de un estudio impulsado por la URV, 3.707 casos en toda Catalunya son de bulimia, por 1.951 de anorexia. Este análisis de la URV detecta una presencia de síntomas en la región sanitaria de entre el 13 y el 22% de las mujeres que tienen entre 12 y 16 años y de entre el 7% y el 9% en hombres, lo que indica que en esa franja de edad, la más conflictiva, es donde se acumulan la mayoría de casos.

En la provincia, un 4% de los jóvenes sufren los denominados trastornos de la conducta alimentaria no especificados, habitualmente cuadros de anorexia o bulimia nerviosa incompletos, ya sea porque están en su inicio o en vías de resolución. «Vemos síntomas similares pero sin llegar a configurar un cuadro completo, aunque no por ello menos grave», dice el doctor Peña.

En este problema psicológico el componente social resulta decisivo. «Es un problema de modelo de sociedad, del tipo de vida que llevamos», explica el doctor Peña. «Influye la sociedad y los modelos, los maniquís que ves si te paseas por tiendas como Mango o Bershka...», cuenta Enriqueta López. «Influye la presión de la sociedad occidentalizada por una determinada belleza, de extrema delgadez», dice Carretero.

El doctor Joan Peña es contundente: «Todo viene de la imagen que vende nuestra sociedad y que impacta sobre una población vulnerable. No se han cumplido ciertos acuerdos a nivel de pasarelas. Se sigue asociando la imagen de la delgadez al éxito. El triunfo está centrado alrededor de un cuerpo 10 y eso destroza a nuestros adolescentes.  Los chicos deberían sentirse valorados por aquello que son realmente, y no por el físico», explica Peña.

Para la Enriqueta López, el enfermo de anorexia entra en una espiral en la que es difícil reconocer el drama: «Hay personas que adelgazan tres kilos y luego siguen queriendo hacer más régimen. Siempre se ven gordas».

Dormía dos horas al día para no acumular grasas. Pesaba 34 kilos’

POR RAÚL COSANO . Diari de Tarragona

Laia no digirió su traumático acceso a la universidad. Alos 18 años esta reusense entró en depresión y sufrió anorexia. Llegóapesar 34kilos y necesitó tratamiento psiquiátrico para

salir adelante.Tardó cinco años en recuperarse. Hoy, a los 25, ha recuperadola sonrisa.

«Me afectó mucho el cambio del instituto a la universidad. Se me hizo muy duro, porque en la universidad te empiezana tratar como un número.Me agobié», reconoce Laia. Ese estado, junto con una enorme falta de autoestima, derivó en una fobia a la comida. «Comencé quitándome la mitad de la comida que tenía en el plato, y al final me acababa comiendo sólo dos macarrones», recuerda.

Laia, natural de Reus, siempre fue una chica delgada.«Nunca pasé de los 48 kilos». Pero aquel trastorno acabó derivando en anorexia. «No estaba a gusto, aunque no tenía fuerzas para nada. Dormía dos horas cada noche para no acumular grasas. Me acostaba a las cuatro y a las seis me levantaba para ir al gimnasio». Laia adelgazó 14 kilos.«Fue una locura, porque yo ya estaba muy delgada». Entonces comenzó un calvario. «Me dejé influir por gente que se rogaba.Yo tenía una imagen distorsionada de mí misma. Me desconcentré en los estudios y tuve que dejar la carrera. Incluso tuve varios intentos de suicidio. Llegué a pesar 34 kilos pero quería adelgazarme aún más».

Y volvieron las ganas de vivir

Laia,queporentoncestenía18 años, se topóconlaincomprensión: «Un médico me dijo: ‘Tú tienes anorexia’, de forma muy poco sutil. Desgraciadamente si no te pones en manos privadas, hay poco que hacer. No sirve de nada que te visiten una vez cada tres meses y que siempre te vea un psicólogo distinto». Hasta que Laia se puso en manos de la psiquiatra Enriqueta López. «En ningún momento me preguntó cuánto pesaba. Me preguntaba sobre cómo me había ido el día, sobre qué pensaba... Me gustómuchísimo.Me devolvió

lasganasdevivir». La recuperación fue larga y costosa. Poco a poco las raciones de comida fueron más amplias. «Enriqueta me iba dando dosis de vida».

La lucha diaria duró cuatro años y ella aún sigue en ella, ya recuperada pero sin bajar la guardia. «Estoy bien, aunque siempre te quedan secuelas. Se me cae mucho el cabello, porque quedó débil... sigo tomando el café con sacarina, pero no me privo de nada. Antespesabatodolo que comía y el laxante era mi medicina», relata Laia, ya fuera del túnel. Ahora pesa 51 kilos y está feliz, eufórica. «El principal consejo que daría a las personas que están en esta situación es que se dejen ayudar por la gente que las quiere. Es mejor pesar algún kilo de más que estar a punto de morir».

El 40% de los escolares españoles sufre sobrepeso

Los mejores especialistas debaten en Salou sobre la obesidad en la adolescencia. Los hábitos de vida saludable, alimentación y ejercicio físico, claves para combatirla

Los datos fueron publicados en la revista española de Cardiología (REC). Según el estudio AFINOS, elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en España el 40% de los escolares, de entre seis y diez años, padece sobrepeso, mientras en los adolescentes lo sufre uno de cada tres. Uno de cada veinte escolares es obeso y cada año 400.000 nuevos niños, en Europa, pasan a engrosar la lista. La problemática va en aumento y por eso no es de extrañar que una parte importante del XXº Congreso de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, que durante estos días se celebra en Salou, se haya dedicado a profundizar en el tema. Según otro estudio elaborado entre  2008 y 2009 en diversos institutos, el 31% de las consultas de adolescentes sobre salud tenían que ver con la alimentación, lo que demuestra que los jóvenes también están concienciados. Sólo la sexualidad despierta un interés mayor (con el 32% de las consultas). Las chicas preguntan más y la curiosidad crece entre las edades que van de los doce a los quince años. De 652 adolescentes encuestados,  el 72,8% tenía un déficit claro de frutas y lácteos en su alimentación, mientras el 76,3% presentaba carencias de verduras. Por contra, el 56,4% tenía un exceso de proteínas animales y snacks en su dieta habitual. Son los datos que se exponían a la entrada del congreso. En este sentido, el profesor se considera figura clave a la hora de detectar trastornos mentales o de alimentación (visibles en los cambios físicos y psíquicos del alumno) por lo que su intervención se antoja decisiva.

Riesgo cardiovascular

Los expertos coinciden en señalar que las pautas básicas sobre la alimentación y los hábitos en la práctica deportiva se desarrollan en la infancia y en la adolescencia, de aquí que las campañas de educación y concienciación sean fundamentales.

Del mismo modo, el entorno familiar juega un papel protagonista en la personalidad del niño. Los especialistas consideran que la prevención comienza en casa. El sedentarismo creciente en la actualidad entre los niños como consecuencia de la televisión o de internet, entre otros, y la denominada comida basura que poco tiene que ver con la saludable dieta mediterránea, pueden derivar directamente en el sobrepeso o la obesidad, factores en los que la herencia genética también tiene su incidencia. Más tarde, el riesgo de enfermedades cardiovasculares puede llegar a poner en verdadero peligro la vida del niño.Así, durante la jornada de ayer, la doctora Lefa S. Eddy Ives presentó los resultados del estudio Obescat, mientras la también doctora Rosa Solà habló de la importancia de los frutos secos, y Patricio José Ruiz se refirió a los beneficios del aceite de oliva. Sólo cuando todas las terapias no farmacológicas han fracasado es cuando, según el doctor Abel López, deben entrar en escena los medicamentos, por mucho que sean escasos, estén poco estudiados y tengan fuertes contraindicaciones.

Aprimar-se  sense fer una dieta estricta
No sóc constant i em costa molt seguir una dieta rigorosament. Podrien donar-me algunes pautes senzilles que ajudin a alleugerir tots els menús? Gràcies.


Estalviaràs un bon nombre de calories al dia si

- tries làctics descremats -llet, iogurts i formatge- en lloc de sencers

- i optes per les varietats integrals dels cereals de l'esmorzar, el pa, l'arròs i la pasta, més saciants que les refinades.

Altres dues excel·lents mesures són:

- incloure en cada menjar principal una ració de vegetals crus -per exemple, un suc d'hortalisses d'aperitiu, una amanida de primer o una fruita per a postres-

- i una altra de vegetals cuits -mongetes verdes al vapor, crema de carbassó, albergínies al forn de guarnició, etc..

A més de seguir aquestes indicacions, convé

- que limitis el consum total d'oli a un màxim de dues cullerades diàries

- i oblidis de la teva dieta:

les salses, sobretot les de base làctica,

els arrebossats

els precuinats,

els dolços en general

els «snacks» salats.

¿Estás intentando adelgazar?

http://blogs.periodistadigital.com/susana-monereo/2011/04/25/estas-intentando-adelgazar/?utm_campaign=Boletin+PD+25%2F04%2F11&utm_medium=email&utm_source=jetmails.com

Editado el 25 abril, 2011 por Susana Monereo

La temida operación bikini nos impulsa a perder kilos. Todos los años surge una dieta nueva que promete milagros. Alguien la ha hecho y ha “adelgazado muchíiisimo”, reclamo infalible para lanzarse de cabeza  y someterse a una dieta sin sentido, sin ninguna base científica, en la que  la pérdida de los kilos, es de todo menos de grasa. Dietas conocidas  por sus excentricidades, como  la del grupo sanguíneo, la del sirope de arce, la de la sopa quema grasas, la de los potitos de bebé, o la dieta Dunkan, inducen déficits nutricionales severos, pérdida de agua y de masa muscular que pueden tener consecuencias negativas importantes a corto y lago plazo sobre la salud física y mental.

Si estás adelgazando y pierdes dos o más kilos a la semana, notas que los músculos han perdido volumen, tono y fuerza, te sientes  excesivamente cansado,  irritable y experimentas la necesidad de comer compulsivamente con alguna frecuencia incluso te cuesta conciliar el sueño por apetito, ponte en alerta, algo va mal.

Si a ello le añades una excesiva caída de pelo aproximadamente un mes después de haber iniciado la dieta, notas fragilidad en las uñas, aparición de grietas en las comisuras de los labios,  mareos,  palpitaciones o calambres mientras estás realizando la dieta,  estás entrando en un cuadro de malnutrición con consecuencias poco recomendables sobre la salud.

Adelgazar siempre que sea necesario es importante pero NO a cualquier precio

Susana Monereo

Endocrinologa, responsable de la Unidad de Endocrinología y Nutricion del Hospital Universitario de Getafe de Madrid

Chuletones, los justos

Ni buena ni mala. La carne, dentro de una dieta variada, ayuda a la absorción de vitaminas y proporciona energía. En exceso aumenta el colesterol y obstruye las arterias debido a su contenido en grasas saturadas

ELENA SEVILLANO    09/10/2010     ELPAIS.com  - Sociedad

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Chuletones/justos/elpepusoc/20101009elpepusoc_2/Tes

Párese a pensar en su cesta de la compra, en la variedad de alimentos que pone en su mesa a lo largo de la semana. Compruebe si forma parte del grueso de la población española, cada vez más carnívora -consume el doble de carne que de pescado-, que no ha renunciado al filete de pollo o de cerdo (sí al de ternera) pese a la crisis; y si no puede ser producto fresco, pues congelado, cuya venta creció un 25,5% entre abril de 2009 y abril de 2010, lo que supone el mayor incremento detectado por el panel de consumo alimentario del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en ese periodo. Y ahora compare los resultados con las proporciones prescritas por la dieta mediterránea, ensalzada como el súmmum de la salud cardiovascular en un reciente artículo de la web de la clínica Mayo, en Estados Unidos. Una dieta con una base de legumbres, frutas, verduras; pescado al menos dos veces por semana; "porciones moderadas" de queso, huevos o yogur. Y, en el pico de la pirámide, "menos frecuentemente", carne y dulces.

El problema no radica en comer carne. Todo lo contrario: ningún nutriente es malo en el contexto de una alimentación equilibrada. El problema es abusar de ella, sobre todo de la de vaca, cerdo y cordero. Porque contiene grasas saturadas (toman su nombre del hecho de que los puntos de unión de sus moléculas están saturados, por lo que al organismo le cuesta más trabajo romperlas o combinarlas con otras). El pescado, por ejemplo, no posee este tipo de grasas, que sí se encuentran en los productos precocinados y los aceites de coco y de palma, a pesar de ser vegetales.

"Si se consumen en exceso, tienden a elevar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y pueden acumularse y formar placas en el interior de las arterias (arteriosclerosis)", describe Carolina Muro, responsable del departamento de nutrición de la Fundación Alimentum, auspiciada por la industria alimentaria para promover hábitos saludables de nutrición y actividad física. El colesterol, por su parte, solo se encuentra en alimentos de origen animal y su ingesta debe limitarse a menos de 300 miligramos por día, según las recomendaciones de los especialistas.

No fue casualidad que Ramón Estruch, investigador del CIBERobn (red formada por 27 grupos de trabajo nacionales sobre nutrición y obesidad) y consultor del servicio de medicina interna del hospital Clínic de Barcelona, se desplazara hasta Harvard para dar una conferencia sobre los beneficios para el corazón de la dieta mediterránea. Primero, por el prestigio de la universidad estadounidense. Y segundo, porque llevó su mensaje a un país cuya población presenta uno de los mayores índices de obesidad del planeta, entre otras razones por una alimentación rica en ácidos grasos saturados que, cosas de la globalización, se extiende por todo el mundo como una pandemia. "España no come muy diferente al resto de Europa", se lamenta el doctor Francisco J. Tinahones, otro investigador del CIBERobn, del hospital Virgen de la Victoria de Málaga. Este experto pide una vuelta a los principios de la cocina mediterránea que se tenían "en la primera mitad del siglo XX".

La dieta media actual de los españoles está compuesta por un 40% de hidratos de carbono, un 19% de proteínas, un 39% de grasas. Cada vez más alejada de lo que los expertos consideran saludable: hidratos de carbono, hasta un 55%-60%; proteínas, hasta un 15% (más de la mitad, vegetales); grasas, hasta un 30%, de las que las saturadas no deberían representar más del 8%. Para acercarnos de nuevo a porcentajes más óptimos tendríamos que "incrementar la cantidad de frutas, verduras y legumbres, disminuir el consumo de grasa animal y los productos precocinados que la contengan, y tomar más pescado que carne", receta Tinahones.

El pescado azul y el marisco son ricos en Omega 3, protector cardiovascular con efecto antiinflamatorio. Mientras que el Omega 6 se obtiene de grasas vegetales como el girasol o la soja. El aceite de oliva es fuente principal de ácidos grasos monoinsaturados, que se asocian a un descenso de la enfermedad cardiovascular. "Disminuyen la proporción de colesterol LDL o malo, respecto al colesterol HDL o bueno", explica el doctor.

"Las grasas por sí solas, y en el marco de una dieta equilibrada, tienen un efecto positivo", insiste Muro, ya que proporcionan energía y desempeñan un papel importante en la absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), en la síntesis de hormonas o en la formación de la pared celular. Otro tanto ocurre con las proteínas, formadas por los llamados aminoácidos esenciales, que son nueve de los 20 aminoácidos que necesita el cuerpo humano, pero que no es capaz de sintetizar por sí mismo, por lo que han de ser aportados por la dieta. Los aminoácidos esenciales se encuentran, sobre todo, en las proteínas de origen animal, "por lo que su valor biológico es mucho mayor que las de origen vegetal", diferencia la experta.

Una persona que solo coma proteínas vegetales habrá de incrementar su ingesta de 0,8 gramos/kg (que es la proporción recomendada) a 1 gramo/kg, según señala el doctor Tinahones. La carencia de estos nutrientes provoca problemas de memoria y atención en niños y deficiencias de crecimiento, y aumenta considerablemente el riesgo de infecciones. Su exceso se asocia a la aparición de enfermedades metabólicas y al aumento de la concentración de ácido úrico en sangre.

La dieta mediterránea previene la depresión

EFE | PAMPLONA Publicado Lunes, 05-10-09 a las 22:42

http://www.abc.es/20091005/sociedad-salud/dieta-mediterranea-previene-depresion-200910052239.html

Un estudio dirigido por la Universidad de Navarra sobre una muestra de más de 10.000 personas voluntarias concluye que la dieta mediterránea previene entre un 40 y un 50% de los casos de depresión, una enfermedad que afecta aproximadamente a un 15% de la población.

El estudio, publicado en la revista Archives of General Psychiatry, considerada la publicación más importante en este ámbito en todo el mundo, se desarrolló en España entre 1999 y 2006 sobre una muestra de 10.094 personas, más de la mitad de ellas médicos, enfermeras y farmacéuticos, que no sufrían depresión.

De ellas, han informado responsables del estudio en conferencia de prensa, 480 desarrollaron una depresión clínicamente diagnosticada y a continuación se comparó la frecuencia de aparición de la enfermedad en función del grado de seguimiento de la dieta mediterránea clásica.

El estudio concluye que quienes seguían este patrón tradicional de dieta presentaban una reducción de entre un 40 y un 50% del riesgo de desarrollar depresión, ha explicado el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez, quien ha afirmado que estos resultados abren "posibilidades maravillosas".

Las deducciones del estudio, ha indicado, resultan coherentes con el hecho de que los países mediterráneos ostentan las menores tasas de depresión de Europa.

En este sentido, la especialista en Psicología y Psiquiatría de la Clínica Universidad de Navarra Francisca Lahortiga ha puesto de manifiesto la elevada prevalencia de la depresión, una enfermedad que sufrirá a lo largo de su vida uno de cada siete hombres y una de cada cinco mujeres, con las consecuencia de todo tipo que ello conlleva, incluidos los suicidios o tentativas de suicidio.

Por este motivo, Martínez ha subrayado la importancia de mantener una dieta mediterránea, que se caracteriza por un alto consumo de verduras, frutas, frutos secos, cereales, legumbres y pescado, con un consumo moderado de alcohol, preferentemente de vino tinto, y una reducida ingestión de productos cárnicos, sobre todo carne roja, y de lácteos.

El poder del aceite de olivaRespecto a las causas por las que esta dieta es beneficiosa para prevenir la depresión, la profesora de Medicina Preventiva de la Universidad de Las Palmas, Almudena Sánchez Villegas, ha comentado que algunos componentes como el aceite de oliva o los ácidos grasos omega 3 pueden actuar sobre los mecanismos de acción de los neurotransmisores implicados en esta enfermedad, como la serotonina, y mejorar también la funcionalidad de las membranas de las células nerviosas.

Además, la capacidad protectora de la dieta mediterránea frente a la depresión podría asociarse con un consumo más elevado de algunas vitaminas del grupo B y del ácido fólico, presentes en los productos de origen vegetal, como frutas, verduras y legumbres.

Sin embargo, ha destacado Sánchez Villegas, en España los jóvenes están abandonando progresivamente este tipo de dieta, debido, ha precisado Miguel Ángel Martínez, a la introducción mediante estrategias comerciales "muy bien pensadas" de la llamada "comida rápida", un sector en el que "la fuerza del marketing supera a la fuerza de la ciencia".

Dieta y aprendizaje

Otro aspecto que los expertos de la Universidad granadina están investigando en este proyecto es cómo la dieta puede afectar al aprendizaje y la memoria adultas durante la formación del cerebro. Para ello, han utilizado nuevamente ratas jóvenes y han recurrido a la memoria de reconocimiento de objetos, sabores y lugares.

Además, han dedicado especial atención al estudio del hipocampo y la amígdala. «Dependiendo de nuestra alimentación, tendremos un desarrollo cognitivo u otro, es decir, lo que comemos afecta al modo en que se configura el cerebro», asegura esta investigadora

JEAN-MICHEL COHEN, NUTRICIONISTA

`La cantidad de dietas milagro en el mundo siempre será proporcional al número de idiotas´

El Semanal. CARLOS LUJáN. 16 deoctubre de 2011

http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id_edicion=6767&id=73918

Este médico ha declarado la guerra a las dietas milagro. En especial a la Dukan. Tanto que su autor, Pierre Dukan, lo demandó por difamación... Y perdió. Antes de publicar su nuevo libro, el médico a quien consultan Nicolas Sarkozy, Sarah Jessica Parker o Jennifer Aniston vuelve a la carga. Habla de los `gurús dietéticos´; de la industria alimentaria; de su madre, obesa... `No tengo nada que ocultar´, avisa.

Antes de él, las autoridades sanitarias francesas y españolas ya habían advertido sobre los riesgos de un método que ha hecho millonario al francés Pierre Dukan. Cohen, que publica esta semana en España 1800 calorías para ser feliz (Ed. Planeta), una novela decididamente autobiográfica sobre cómo sobreponerse a distintos trastornos alimentarios, es un crítico acérrimo de las dietas milagro. El nutricionista, sin embargo, no ofrece una `dieta Cohen´. Cree que el sobrepeso, la obesidad o la anorexia han de tratarse de forma integral. `El aspecto psicológico, la razón por la que alguien tiene un problema con su cuerpo, es tan importante como la alimentación´, afirma. Y a la hora de adelgazar, propone a sus pacientes, más que medidas drásticas, `un cambio de alimentación, pero sin necesidad de alejarse mucho de sus hábitos´. En su consulta de París, donde recibe a clientes ilustres cuyo nombre evita revelar, da un repaso completo, sin tapujos, al mundo de la alimentación. `Soy feliz con lo que hago y conmigo mismo, así que no tengo nada que ocultar´. Ésa es, al menos, la impresión que da.

XLSemanal. Hoy en día los gurús de las dietas son casi todos franceses: Dukan, Montignac, usted... ¿Casualidad?

Jean-Michel Cohen. Hay una gran tradición en Francia. Si algo nos define es: gastronomía y dieta. Nuestras mujeres son las más delgadas, quizá porque comemos más cereales que nadie [se detiene]. Y, por favor, no me incluya entre esos \\\''\''gurús\\\''\''.

XL. ¿Qué lo diferencia de ellos?

J.M.C. Para empezar, no hay una `dieta Cohen´. Yo escucho a mis pacientes y les propongo una dieta personalizada, ajustando el número de calorías en función de sus necesidades, que, en el caso de una anoréxica, pueden ser ganar peso. Los tipos que menciona son gente que sabe vender su producto. No son nutricionistas, son dietistas, es muy distinto. Su prioridad no es la salud del paciente ni ayudarlos a que vivan más, sino que sus clientes adelgacen. Es una cuestión exclusivamente comercial, muy americana: lanzas tu propio método y, ¡hala!, a hacerse rico.

XL. Pero usted también es una estrella...

J.M.C. Como médico siempre me ha ido bien. Salgo en televisión, tengo buenos clientes... Confieso que, cuando no era conocido, me resultaba mucho más difícil obtener resultados con mis pacientes. Ahora me consideran una celebridad y eso los obliga más, sienten que si no pierden peso es culpa suya, ya que yo no tengo nada que demostrar.

XL. ¿A qué atribuye el éxito de Dukan o de la dieta Atkins?

J.M.C. Un profesor mío decía siempre: `El número de dietas milagro en el mundo siempre será proporcional al número de idiotas´. Ahora le toca a Dukan; en cinco años será otro. La gente quiere perder peso rápido, sin esfuerzo y sin tener en cuenta nada más. Es indudable que si alguien come 2.000 calorías por día y reduce a 1.000 bajará de peso. El problema es que perder peso de forma equilibrada lleva tiempo. Todos quieren acelerar el proceso, pero eso tiene un precio: la salud.

XL. Usted y Dukan publican en Francia en la misma editorial...

J.M.C. Sí, bueno, pero llevo años con ellos.

XL. ¿Conoce personalmente a Dukan?

J.M.C. Lo he visto una vez y, créame, no me tiene mucho aprecio. Me demandó por decir que su dieta puede causar graves problemas de salud entre algunos pacientes, como un fuerte aumento del colesterol, problemas cardiovasculares o cáncer de mama, y perdió. El juez entendió que no había nada calumnioso en mis afirmaciones.

XL. Dice Dukan que todos los que lo critican le tienen envidia porque se está haciendo rico.

J.M.C. Yo, desde luego, no me puedo quejar, incluso me planteo pasar consulta gratis un día a la semana... Pero bueno, es cierto que en este negocio hay mucho dinero en juego. Una dieta popular genera millones: el libro, la web, los productos que puedes asociar a tu nombre... La gente conoce los inconvenientes y peligros de la dieta Dukan, lo dicen las autoridades sanitarias de Francia y España y nutricionistas de todo el mundo, pero a muchos eso no les importa.

XL. La imagen que dan es la de que son ustedes un grupo de oportunistas peleándose por el pedazo más grande del pastel...

J.M.C. Lo sé, lo sé. Todos los periódicos han hablado de mi disputa con Dukan. ¿No hay problemas más importantes? Es absurdo, pero a la gente le interesa. ¡Qué le vamos a hacer! Cuando Dukan se hizo famoso, los medios lo presentaron como alguien con una solución milagrosa entre manos; ahora se meten con él: que si gana dinero a costa de la salud de la gente y bla, bla, bla. Hay mucha hipocresía de por medio.

XL. ¿De verdad nunca ha pensado hacer su propia dieta?

J.M.C. No. Mire, la receta del éxito de una dieta de estas es sencilla: que sea muy fácil de entender y que un par de famosos hablen de ella. En EE.UU. cuando vas a publicar un libro, lo primero que te dice el editor es: «Consigue que alguien famoso siga tu dieta». Si lo consigues, te da luz verde. Todos ganan dinero: la editorial, las tiendas, los medios..., mientras la pobre gente que sigue tus consejos pierde la salud. No son pacientes, son clientes.

XL. Se dice que Sarah Jessica Parker, Jennifer Aniston o Nicolas Sarkozy figuran entre sus pacientes...

J.M.C. Atiendo a gente muy conocida, sin duda.

XL. ¿Atiende a mucha gente frustrada por dietas milagro?

J.M.C. He atendido a pacientes cuya alimentación consistía en 400 gramos de carne en cada comida o gente que solo comía piña. El sobrepeso es un problema de energía: la diferencia entre lo que comes y lo que quemas. Perder peso rápido es sencillo. Puedes inventarte lo que quieras. El problema de Dukan no es el exceso de proteína animal, sino que elimina muchas cosas importantes para la salud. Algo muy grave es el potasio. Si no tomas fruta y vegetales, te baja el potasio, lo que afecta a muchos procesos de nuestro organismo.

XL. Y usted, ¿ha hecho dieta alguna vez?

J.M.C. ¿Sabe por qué me convertí en nutricionista? De niño comí más de lo que es recomendable. Mi madre era obesa. Me quería mucho y lo demostraba dándome comida. En mi familia siempre hablábamos del peso de mi madre, de qué médico veríamos a continuación, cuánto nos costaría... Visitó a doctores de medio París; todos, ladrones. Con el tiempo entendí lo que había ocurrido. La obesidad suele ser una historia familiar. El problema de mi madre, a la que adoraba, me llevó a estudiar nutrición.

XL. ¿Y a hacer dieta?

J.M.C. Indirectamente sí, pero la razón principal fue un desengaño amoroso. Mi prometida me dejó plantado y yo estaba convencido de que era por mi peso. Diseñé mi propia dieta, la primera que receté en mi vida [se ríe], a base de proteínas, fruta y ejercicio.

XL. Parecido a la dieta Dukan, entonces...

J.M.C. [Serio]. No lo creo. Dukan, en todo caso, no ha inventado nada. Es lo mismo que propuso en 1958 un tal doctor Pennington.

XL. En materia de obesidad, ¿cuál es el gran villano de nuestro tiempo?

J.M.C. Nuestros hábitos. Nos movemos poco y comemos más de lo necesario. Somos estimulados constantemente a comer.

XL. Culpa, entonces, a la industria alimentaria por el aumento de la obesidad...

J.M.C. Son los grandes responsables. Le contaré un encuentro que tuve en EE.UU. con directivos de Walmart [el mayor minorista del mundo] para hablarles del problema de la obesidad. Les expuse mis opiniones y, al acabar, me dijeron: «Bueno, somos una empresa, vendemos productos, no podemos ayudarlo. Si consigue cambiar los hábitos de los consumidores, adaptaremos nuestros productos, pero de momento...». La obesidad, digamos, no es su problema. Es, además, una industria muy poderosa que genera miles de puestos de trabajo y millones. Ningún gobierno quiere molestarlos mucho.

XL. Decía que nos estimulan a comer...

J.M.C. Así es, y no solo con la publicidad. ¿Sabe cuál es la receta para vender más? Primero añades azúcar a tu producto. Después, si quieres vender todavía más, pones un poco más de grasa, ya que esta acrecienta el sabor del azúcar. Entonces, tus competidores pondrán más azúcar y también más grasa. Y así va.

XL. Deberíamos cocinar más, ¿no?

J.M.C. Cuando preparas tu comida, sabes la cantidad que pones de cada ingrediente. Si compras una lata o un bote, no lo sabes. Preparar la comida es importante por esto, también por lo que pones de ti en ella y porque si la compartes con la familia o los amigos refuerzas un vínculo. La comida es compartir. En la comida hay amor. ¿Qué amor encuentras en un plato precocinado?

XL. Su nuevo libro, 1800 calorías para ser feliz, es una novela, no el típico manual para seguir una dieta. ¿Es el fruto de sus aspiraciones literarias o se trata, más bien, de una forma distinta de transmitir sus ideas?

J.M.C. Ambas cosas. A través de una novela pensé que mucha gente con los mismos problemas se identificaría con las historias que cuento. La obesidad es algo muy serio y hay que probarlo todo. Es increíble lo difícil que resulta explicar a la gente que en cuestiones de nutrición no hay milagros y que quienes ofrecen dietas rápidas no indagan en la raíz del asunto.

XL. Que es...

J.M.C. La raíz del problema es: quién está delante de ti pidiendo ayuda y cuáles son mis límites.

XL. ¿El mensaje de su novela sería: «No se puede curar a nadie si no se le escucha»?

J.M.C. Me gusta. Quería mostrar que hay un factor humano en toda especialidad; este está en el corazón del problema y es algo que se olvida con frecuencia. El sobrepeso, la obesidad o la anorexia se suelen tratar como un problema exclusivamente médico, pero tienen muchas capas diferentes.

XL. Siendo nutricionista, y no psicólogo, ¿cómo consigue que los pacientes le abran su intimidad?

J.M.C. Cuando hice mis primeras prácticas en el hospital, lo primero que mi tutor sugirió fue que pasara un año en el servicio de psiquiatría. Así conseguí profundizar en las implicaciones psicológicas de estos trastornos.

XL. También atiende a anoréxicas. Dice que las que se quedan embarazadas se curan al momento...

J.M.C. Así es, siempre. Recuperan de pronto la conexión con su madre y establecen el vínculo con su bebé. Se sienten mejor consigo mismas y se curan. El vínculo es la raíz de todo. La anorexia, para las chicas, es una forma de rebelión.

XL. ¿Recibe a mucha gente con depresión?

J.M.C. El 60 por ciento. Con frecuencia están en el paso previo a necesitar ayuda psiquiátrica. La vida es el balance entre los placeres. A veces la gente necesita tabaco, alcohol, cocaína o píldoras para compensar carencias. La comida actúa de una forma similar. Lo que tú comes representa quien eres, tu familia, dónde y cómo vives, cuánto dinero tienes; tu alimentación es parte de tu identidad. Desde tu primer día de vida.

XL. Otro de sus libros, Bien manger en famille [Comer bien en familia, 2005], habla de todo esto, ¿no?

J.M.C. Mi mujer y yo queríamos contar como es dar de comer a tus hijas, tenemos tres, mientras van creciendo, a lo largo de 18 años. Ella, como madre, explica cómo se hace y yo, como médico, lo que deben comer. Todos los padres del mundo han pasado por eso. Tu hijo no quiere comer algo y empiezas a distraerlo o a hacer gracietas. Esto es muy interesante porque la comida no es solo comida; es parte de la relación con tus padres, es diversión, bromas: es placer. Decimos también que cocinar para tus hijos es asimismo muy importante, no se puede abusar de las comidas preparadas. La comida es vínculo.

FERNANDO GOITIA